Resumen: ADL vs Racha Gorda (la vuelta al triunfo)

Señoras y señores, volvieron los pintorescos resúmenes de Amigos del Laiman. La temporada en la máxima categoría de Northchamp no era la mejor para los gladiadores del Bajo Belgrano, quienes solo habían obtenido una victoria en 8 partidos, pero esta se obtuvo de manera burocrática, y no en la cancha. Por eso, para escaparle al fantasma del descenso y la promoción, era indispensable una victoria en la próxima fecha. El rival, Racha Gorda, el clásico del Bajo Belgrano, equipo que tenia 1 punto menos que Amigos. El DT Jorge Serrano, ya acostumbrado a jugar este tipo de finales, decidió poner en la cancha a un equipo experimentado, para poder lidiar con la presión que los acechaba a los amiguistas. Ellos eran: Molle; Díaz, Losada, Serrano, Gury; Navatta, Marangoni, Djivelekian ( c ), Djerejian; Álvarez, Maumus.
En los primeros minutos, ambos equipos se analizaban, se median, se tanteaban, muy concentrados todos, sabiendo que no podían dejar pasar este partido. Las llegadas al arco rival no tardaron en llegar. Distintas combinaciones entre Álvarez, Maumus y Marangoni, hacia que Amigos llegue con peligro al arco rival. La tan cuestionada defensa amiguista, jugaba con picardía la ley del off-side y generaba la bronca de los rivales hacia los colegiados. El lateral derecho, Pablo “El Topo Gigio” Díaz, carente de técnica por cierto, intentaba como podía salir jugando desde el fondo, pero lo único que inspiraba en el publico, eran insultos, cortes de manga y algún que otro lanzamiento de objetos contundentes. Pero Pablo se agrandó como siempre, y con su aspecto físico descuidado, dejado, poco coqueto, intentó cambiar las cosas. Djivelekian era el motor del mediocampo, con un despliegue impresionante y mostraba el camino para sacar el partido adelante. El improvisado delantero, Lucas “Vino Tinto” Marangoni, hacía unas diagonales en las cuales él mismo se perdía. El zaguero Losada se mostraba inseguro en algunos despejes, y también se oían algunos murmullos desde la platea. El otro zaguero, sin embargo, en una jugada desafortunada, sufrió un tirón en el isquitibial derecho que asustó a más de uno. Terminó el primer tiempo. El DT estaba contento con el desempeño del equipo, pero ya tenía 2 modificaciones que hacer para arrancar el segundo tiempo a buscar el partido, a ser protagonista. El desorientado delantero, Marangoni, abandonó la cancha para dejarle el lugar al “Spice Boy” Guarracino. Y el volante Djerejian, de cumplidora tarea, dejó su rinconcito en la banda para que lo ocupe la flamante incorporación de Amigos del Laiman, el inquieto y movedizo, Javier Álvarez, juvenil recientemente subido de la 5ta división de la institución del Bajo Belgrano.
En el arranque del segundo tiempo, a pesar que hizo lo que pudo, el zaguero de Villa Ortúzar, Ramiro Serrano no pudo recuperarse de la contractura, y dejó el campo para que ingrese Andrew Lee, quien, según algunos tabloides, se lo vio en un estado por feliz la noche anterior. Este cambio forzaba a que el tan cuestionado defensor Pablo Díaz, se mueva a la zaga central con el mágico Losada. Amigos del Laiman comenzó a llegar de manera constante al arco de Racha Gorda, Maumus comenzó a sentirse más cómodo dentro del campo y tuvo varias ocasiones para abrir el marcador. El arquero rival estaba teniendo una tarde fenomenal. La defensa amiguista hacia un trabajo impecable, cortaba y daba, jugaba simple, lo que facilitaba la tarea de los encargos de la ofensiva. “El Guante” mostró otra vez su categoría para jugar este tipo de finales. Ganaba en el mano a mano, mandaba la defensa ante la ausencia de Serrano, y le aportaba seguridad absoluta al equipo, mostrando que siempre está a la altura de las circunstancias. El DT decidió hacer el último cambio y fue poner al corpulento medio campista Gravier, en lugar de Marcos Gury. La gran actuación del arquero de Racha, sumada a la mala puntería amiguista, hacia creer que el partido iba a terminar en un pobre empate. Hasta que llegó él, el tipo que recién habría ingresado. Con sus lanas, su pinta y sus escarpines en los pies, dispuesto a ejecutar un tiro libre en la puerta del área rival. El fuerte remate se desvió en un defensor y se convirtió en el primer gol de Amigos. La emoción era demasiada. Después de haber estado ausente durante mucho tiempo por una lesión ligamentaria, Gravier tuvo que volver a pisar el verde césped con la casaca amiguista para poder torcer la historia. El partido estaba 1-0 y ante la desesperación de Racha, Amigos sabía que lo podía liquidar de contragolpe. Y fue cuando, después de tantas pálidas, Maumus pudo meter el segundo para los amiguistas. El desahogo del delantero fue enorme, debido a la sequía que había tenido en los últimos partidos. 2-0 y fue ahí cuando Amigos, de la mano de Pablo Díaz, dispuso una doble línea de 4, y ante cada pelota que quedaba suelta, el barbudo central, había ordenado que se despeje de inmediato, sin pensar. La impotencia de los rivales hizo que el jugador Federico Nigro se retirase expulsado después de excederse verbalmente hacia el colegiado. Los laterales Javier Álvarez y Lee, defendía a muerte cada pelota, y mostraban que la actitud del equipo era la de tener siempre, “el cuchillo entre los dientes”. El mariscal Losada se agigantaba en cada pelota dividida, mostrando su estirpe, y con su melena al viento, hacia delirar al público femenino. En los minutos finales, fueron Álvarez y Navatta que se encargaron de ponerse el equipo al hombro, teniendo la pelota, y mostrando el camino hacia ésta tan ansiada victoria. Faltando 2 minutos, una jugadon de Guarracino y Maumus, terminó en una fuerte infracción dentro del área que el arbitro pitó penalty. “Vaselina” Navatta lo ejecutó con una frialdad y calidad pocas veces vista, y convirtió el tercer y definitivo gol, el cual se lo dedicó a su enamorada que lo miraba desde la platea.
Terminó el partido y Amigos del Laiman ganó la primer final que se había planteado. Desde que agarró el DT Serrano, el equipo al menos consiguió un estilo de juego, faltaban los resultados que, gracias a Dios, comenzaron a llegar. Quedan 2 finales por delante. Dos partidos de vida o muerte. En la que los gladiadores del Bajo Belgrano, solo tienen en la cabeza una sola cosa: ganar, para quedarse en primera.